Hoy he tenido la gran satisfacción de realizar una tertulia literaria dialógica con un grupo de estudiantes de 4 curso de educación primaria, en una escuela pública de Guadalajara de Buga (Colombia). Ha sido posible gracias a la generosidad y el interés de Liliana Correa, su tutora que ha tenido a bien invitarme.
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles". B. Brecht. Desde aquí te ofrezco mi colaboración gratuita en lo relacionado con la educación, seas una institución educativa, una asociación de padres, un profesor o cualquier miembro de la comunidad educativa.
C O N T E N I D O S
martes, 28 de febrero de 2023
Tertulia literaria dialógica con estudiantes de 4 grado de educación primaria. Buga (Colombia)
martes, 14 de febrero de 2023
El paso lunes 13 de febrero por la noche, tuve el privilegio de reflexionar en voz alta con los seminaristas de Buga, un grupo de jóvenes que se forman para entregar su vida al servicio de los más necesitados. La conversación fue agradable y rica en matices, centrada en el sentido del porqué de lo que lo hacemos en la vida. Por esa razón, el próximo lunes 20, dedicaremos otro espacio para seguir compartiendo y reflexionando juntos; en esta ocasión pondremos la mirada en cuál es la forma más adecuada de estudiar para aprender, y también revisaremos algunas condiciones y técnicas para el estudio y los 16 hábitos del pensamiento.
Desde aquí agradezco a todos los que participaron la oportunidad y el tiempo compartido.
viernes, 10 de febrero de 2023
domingo, 5 de febrero de 2023
Principios de la Deontología en la función docente.
Según el diccionario de la RAE deontología es definida como “Parte de la ética que trata de los deberes, especialmente de los que rigen una actividad profesional”, y también como: “Conjunto de deberes relacionados con el ejercicio de una determinada profesión”. Por tanto, la deontología o ética profesional podemos considerarla como el conjunto de normas, valores y deberes que debe cumplir cualquier profesional en el ejercicio de su tarea, los cuales suelen recogerse y concretarse en un código deontológico o ético de cada profesión en particular.
Estas obligaciones están inspiradas y emanan tanto del ámbito de la ética y la moral como del jurídico y normativo. Sabiendo que la tarea educativa es tan compleja que es difícil precisar todo lo que sería deseable exigir a un buen educador, nos debemos preguntar ¿Cómo entender y aplicar un código deontológico de la profesión docente?
El ejercicio profesional docente, por una parte, está sujeto a unas normas legales y, por otra, es eminentemente moral, pues, en definitiva, tiene como objetivo esencial formar el carácter de las personas (Cortina, 2013), y, sin embargo, no podemos decir que la deontología profesional haya formado parte del currículo de los profesionales dedicados a la educación, tal como lo analizan Bolívar y Pérez-García, (2022), en relación con el compromiso y la ética profesional en el acceso a la docencia.
Para hablar de deontología profesional debemos recordar la ética de la responsabilidad, la cual nos dice que “Quien ingresa en una profesión se compromete a proporcionar ese bien a su sociedad, tiene que prepararse para ello adquiriendo competencias adecuadas, y a la vez ingresa en una comunidad de profesionales que comparten la misma meta.” (Cortina, 2013).
En el contexto normativo de España, además de algunos códigos deontológicos desarrollados a partir de los años noventa del siglo pasado, tenemos el Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público; que en su artículo 52 establece un código de conducta, en el 53 los principios éticos y en el 54 los principios de conducta que deben cumplir todos los funcionarios públicos. Norma general que debería ser más conocida y, sobre todo, mucho más respetada y aplicada de modo sistemático.
Según el código deontológico del Consejo General de Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de 2010, las obligaciones y deberes de los docentes se dividen en los compromisos siguientes en relación con:
-el alumnado.
-las familias y los tutores del alumnado.
-la institución educativa.
-los compañeros.
-la profesión.
-la sociedad.
En definitiva, entendemos que el ejercicio de la profesión, de todos aquellos que trabajan en el campo de la educación y la formación de personas, debería estar autorregulado por un código deontológico que respete cuatro principios básicos:
- Respeto absoluto a los derechos de la persona, por encima de cualquier consideración individual, social o de cualquier otra naturaleza, para asegurar a cada uno la ayuda que necesita según sus necesidades
- Búsqueda permanente del bien común, para asegurar que todas las personas logren construir proyectos de vida dignos de ser vividos.
- Desarrollo profesional y formación permanente, como demostración práctica del compromiso ético y moral, para el logro del mejor cumplimiento posible de la tarea educativa que tiene encomendada la profesión para servir a la sociedad.
- Trabajo individual y colectivo que garantice la coherencia y la consistencia de asumir el proyecto educativo institucional, compartido con la comunidad educativa, para contribuir a una educación integral de cada persona.
Y todo ello debe ser así, porque la educación es el mayor bien social que podemos y debemos construir colectivamente para humanizar la vida de las personas.
Notas:
Bolívar, A., & Pérez-García, P. (2022). El compromiso y la ética profesional en el acceso a la docencia. Innovación educativa, (32).
Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente la ética? Barcelona: Paidós.
Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público [BOE n. º 261, 31-X-2015].
sábado, 7 de enero de 2023
EVALUACIÓN DEL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DE LA ESCUELA EN COMUNIDADES PROFESIONALES DE APRENDIZAJE.
Revista Panamericana de Pedagogía: SABERES Y QUEHACERES del PEDAGOGO.
sábado, 12 de noviembre de 2022
Educación y futuro: reflexiones sobre la educación que necesitamos
Los expertos, la investigación científica, y la última cumbre mundial de la innovación educativa nos indican que es necesario que la educación del siglo XXI se centre en aprendizajes que nos permita ser personas éticas, individual y colectivamente, adquirir habilidades para innovar, para tener iniciativa emprendedora, desarrollar el pensamiento crítico, saber colaborar y trabajar con otros, saber comunicarse, saber manejar y aprovechar las tecnologías, saber respetar las diferencias culturales, ideológicas, políticas, sociales, personales, etc. Y también será decisivo el desarrollo de habilidades para la vida tales como la flexibilidad, la proactividad, el liderazgo, tener iniciativa y desarrollar habilidades sociales que nos permitan desenvolvernos en un mundo complejo y líquido, donde nada es permanente y todo está sometido a la incertidumbre, sabiendo que la única certeza que tenemos es que no hay certezas universales y definitivas, solo incertidumbre en vivir en el cambio.
Por esas razones, entendemos que las intervenciones educativas deben realizarse con el respeto de algunos principios educativos que consideramos esencial que sean tomados en con sideración, tales como:
1. Calidad con equidad. La calidad de la escuela debe garantizar el acceso, la promoción y el desarrollo de las capacidades de cada persona, asegurando que el sistema ofrezca más a quien más lo necesita.
2. Inclusividad. Todos los estudiantes son dignos de la más alta consideración y atención, y los que más dificultades o problemas tienen, deben ser objeto de una atención especial para atender sus necesidades del mejor modo posible, atención que debe ser compromiso y obligación tanto de las familias, de la escuela como de los poderes públicos.
3. Colegialidad. La responsabilidad de la educación es compartida por todo el profesorado, porque todos educamos con nuestra presencia, y los resultados que obtenemos debemos asumirlos responsablemente, tanto en relación con nuestra tarea profesional individual como colectiva.
4. Liderazgo distribuido. Todos los docentes debemos liderar nuestro desempeño profesional y debemos enseñar a nuestros estudiantes a que también ellos tomen conciencia de sus vidas para construir un proyecto de vida personal digno de ser vivido y compartido en una sociedad más justa y solidaria que la que hoy tenemos.
5. Docencia efectiva y centrada en el aprendizaje. El foco de la actividad docente, de las familias y de la sociedad es crear las mejores condiciones para el logro del aprendizaje. Es más decisivo aprender que aprobar. Porque aprobar te puede dar un título académico, pero saber te puede ofrecer el éxito en la vida que es más decisivo para cada persona y para el éxito de toda la sociedad.
6. Aprovechamiento del tiempo escolar como tiempo de aprendizaje. En la escuela debemos centrarnos en hacer aquello que los estudiantes no puedan hacer por sí solos, por tanto, interactuar de manera positiva y eficaz es una gran oportunidad para que la escuela adquiera todo su sentido en el siglo XXI. El tiempo de no aprendizaje es un lastre para todos que no debemos permitir que exista.
7. Desarrollo de la capacidad profesional docente. Los docentes se merecen toda nuestra atención y respeto, facilitar su tarea desde la colaboración de las familias, a las ayudas que los poderes públicos deben prestarles es un factor determinante para la el logro del capital profesional docente que ofrezca la mejor educación posible a la sociedad. Y la ayuda que el ingenio regala a esta institución educativa es una excelente ocasión para que los docentes se sientan respetados y considerados en el ejercicio de su profesión.
8. Participación e implicación de las familias. La escuela sola no puede, la familia juega un papel determinante para la educación de los hijos. Existen tres ruedas dentadas que deben girar en el mismo sentido: la escuela, la familia y la sociedad. Si alguna de ellas no lo hace en el mismo sentido genera un conflicto difícil de resolver y que produce daños irreparables para cada estudiante y, en consecuencia, para la sociedad.
9. Desarrollo de comunidades profesionales de aprendizaje. La escuela no es solo un lugar para que los estudiantes aprendan, debe ser también un lugar para que el profesorado aprenda y lo haga desde el trabajo compartido, desde la reflexión crítica sobre la práctica, individual y colectiva, puesta al servicio de lograr que todos los estudiantes alcancen el máximo desarrollo de sus potencialidades personales.
Por último, y para concluir, como decía Margaret Mead, recordarles que “un grupo de personas comprometidas pueden cambiar el mundo y de hecho es del único modo como se ha hecho”. Por ello les invito a que reflexionen sobre lo que realmente es importante y es trascendente para ustedes y sus hijos, porque ni el entusiasmo, ni la implicación, ni el compromiso se pueden comprar, solamente se pueden despertar, se pueden alentar, y ello se logra desde proyectos sociales y educativos que permiten a cada persona diseñar proyectos de vida dignos de ser vividos.
miércoles, 1 de junio de 2022
PROYECTO DE ACOMPAÑAMIENTO pedagógico integral PARA LA INNOVACIÓN Y LA MEJORA CONTINUA de la escuela (GRATUITO)
¿Te gustaría que un asesor acompañe a tu institución educativa para mejorar la tarea diaria de educar, de manera práctica y gratuita?
Soy Pedro Navareño Pinadero, un maestro jubilado de Extremadura (España)