Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
…
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
…
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
…
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Cavafis.
El camino de la vida y de la profesión, como esa sucesión de pasos que nos conducen por este existir y laborar, nos ofrece lo que buscamos y deseamos, aquello por lo que luchamos.
El día 16 de febrero, el camino hizo una parada en la Escuela Superior de Magisterio del Estado de México, también gracias a las gestiones de mi amiga Gabriela Porcayo, pues todo este itinerario se desarrolla gracias a sus gestiones y a mis deseos de compartir; por supuesto, también cuento en esta aventura con la colaboración de la buena amiga Eréndira Piñón, con quien formamos un equipo de trabajo diverso e integrado.
Hablar a futuros docentes siempre es un placer y una gran oportunidad de reflexionar en voz alta sobre un ejercicio profesional complejo, tan difícil como emocionante, todo junto y a la vez lo encontramos en esta profesión.
Se atribuye a William James la frase que dice que: “ la mente es como los paracaídas, solo funcionan cuando están abiertos”. Y, por lo que pude observar en los estudiantes presentes en el acto, hubo muchos paracaídas abiertos, y cómo otros que ni siquiera saltaron del avión. Entre los abiertos, fueron notables las interesantes preguntas que plantearon durante el debate, por lo que me sentí muy acompañado y considerado por los que tuvieron a bien compartir sus inquietudes.
Desde aquí quiero agradecer al director de la Escuela Superior de Magisterio y a todo su equipo por permitirme el placer y el lujo de reflexionar en voz alta con los que tendrán en breve la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones de mexicanos.
Saborear el placer de hacer algo solo a cambio del encuentro con otros, otras formas de ver el mundo, otras culturas, me hace sentir lo que solo la emoción de lograr compartir me permite alcanzar.
Y el camino sigue en Chihuahua…
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