domingo, 16 de noviembre de 2025

Una autora galesa que escribe con los niños no solo para los niños: Eiry Rees Thomas

 

Hoy les comparto una historia de amor y dedicación a la literatura infantil, mi amiga Eiry Rees Thomas, de Gales. A la cual he conocido recientemente. Les dejo su propio texto en español (further down in English):

Mi sincero agradecimiento a mi estimado anfitrión, el Dr. Pedro Navareño, por la invitación a escribir un artículo en un blog tan académico. 

Recientemente tuve el placer de conocer su labor de voluntariado y consultoría en el ámbito educativo, así como su libro: «De la escuela que venimos a la que soñamos. El crisol de las emociones de un aprendiz de maestro». 

Este es un tema con el que me identifico y que me apasiona, pues entiendo que la educación es un proceso continuo de crecimiento y transformación. 

Como autora de literatura infantil de ascendencia galesa, mi obra también contribuye a los planes de estudio dirigidos a estudiantes de primaria.

Mi trayectoria como escritora se ha visto influenciada por mi experiencia como profesional de la salud, trabajando con niños y familias con necesidades especiales en una ciudad multicultural. El contacto con diversas culturas influyó en mi decisión de escribir de forma integral con los niños, en lugar de escribir para ellos.

Con el apoyo del Gobierno de Gales y del Comité Conjunto de Educación de Gales, he tenido el privilegio de llevar a cabo un extenso trabajo piloto en escuelas del Reino Unido y otros países.

La colaboración con profesores, padres, bibliotecarios y el público objetivo ejemplares (los niños) me ha permitido crear recursos bilingües que ofrecen un enfoque sistemático, divertido y creativo para el aprendizaje de idiomas dentro de un currículo rico en alfabetización.

Si bien mis conceptos fomentan el aprendizaje del lenguaje textual, la narración de cuentos y la identificación del habla, los sonidos y los patrones, el enfoque principal ha sido el de incentivar el aprendizaje a través de la lectura por placer. 

En el Reino Unido, se hace especial hincapié en mejorar los estándares de lectura y escritura, recomendándose el uso de textos diversos y representativos. Sin embargo, los informes sugieren que el porcentaje de niños y jóvenes que disfrutan de la lectura está disminuyendo exponencialmente.

“Gramática en uso” y un nuevo “marco de expresión oral” son bienvenidos, aunque contrarrestados por la omisión de alentar a los niños a leer por placer, una situación que se encuentra en su punto más bajo.

Concibo una escuela ideal como un hogar que valora la diversidad y que permite a los niños aprender con alegría, curiosidad y días llenos de propósito. 

Mi colección actual de libros forma parte de una serie de alfabetización lúdica titulada «Los Flitlits». 

Esta serie se centra en el desarrollo de las habilidades de lectoescritura y en ayudar a los alumnos a ser más creativos y capaces de desarrollar soluciones innovadoras a los problemas. Mejora las capacidades analíticas y críticas de los estudiantes, así como su habilidad de sintetizar ideas y adaptarse a nuevas situaciones.

Los beneficios de la alfabetización solo se materializan cuando existen marcos de desarrollo establecidos y que funcionan eficazmente. Los beneficios individuales, por ejemplo, solo se obtienen cuando la persona recién alfabetizada tiene acceso a materiales específicos. 

Un currículo que aborda la ciudadanía global prepara a los estudiantes para afrontar los desafíos relacionados tanto con problemas locales como globales. Esto me motiva a seguir sirviendo a los jóvenes estudiantes con la mayor dedicación y entusiasmo.

Para más información: (copiar y pegar)

    Website: https://www.theflitlits.co.uk  

    E-Mail: media@theflitlits.co.uk

    Author’s Blog/Newsletter:  

    https://www.eiryreesthomas.co.uk

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Today I'm sharing a story of love and dedication to children's literature, written by my friend Eiry Rees from Wales, whom I met recently. Here is her own text in English:

My sincere gratitude to my esteemed host, Dr. Pedro Navareño for the invitation to submit a guest post to such a scholarly blog. 

I recently became acquainted with Dr. Navareño’s educational volunteering and consulting work and his book: "From the school we come from to the one we dream of. The crucible of emotions of a student teacher."

This is a topic that I relate to and feel passionate about, with the understanding that education is a continuous process of growth and transformation. 

Being a children’s author of Welsh descent, my writing also contributes to curricula that serve students at junior school level. 

My writing career was guided by experiences gathered as a health practitioner, working with children and families with additional needs in a multicultural city. Introductions to a breadth of cultures determined my decision-making in terms of an overarching motivation to write holistically with children as opposed to writing for children. 

With the support of the Welsh Government and the Welsh Joint Education Committee, it has been my privilege to undertake extensive pilot work at schools in the UK and beyond. 

Collaboration with exemplary teachers, parents, librarians and the target audience: the children have enabled me to create bilingual resources that offer a systematic, fun and creative approach to language learning within a literacy-rich curriculum. 

Even though my concepts encourage the learning of the language of texts, storytelling and the identification of speech, sounds and patterns, a main focus has been that of encouraging learning through reading for pleasure. 

In the UK, there is a clear emphasis on boosting reading and writing standards with a recommendation to draw on diverse and representative texts. Yet, reports suggest that the percentage of children and young people who enjoy reading is decreasing exponentially.

“Grammar in Use” and a new "Oracy framework” are to be welcomed, though counterbalanced by the omission of encouraging children to read for pleasure, a situation that is at an all-time low.

I envisage an ideal school as being a home that values diversity and which allows children to learn with joy, curiosity and days filled with purpose.

My current collection of books contribute to a Fun Literacy Series titled ‘“The Flitlits”.

The series is committed to the advancement of literacy skills and to assisting pupils in becoming more creative and capable of developing innovative solutions to problems. It enhances students’ analytical and critical capacities along with their ability to synthesise ideas and adapt to new situations. 

The benefits of literacy ensue only when development frameworks are in place and operating effectively. Individual benefits, for example, accrue only when targeted materials are available to the newly literate person.

A curriculum that addresses global citizenship prepares students to face challenges relating to both local and global issues. This motivates me to continue and enjoy serving young learners to the best of my ability.

Para seguir leyendo pincha aquí.




miércoles, 12 de noviembre de 2025

La Educación a debate 🎙️ junto a la Fundación Juan Uña.

 


Un gusto colaborar con este proyecto que lidera nuestra Fundación Juan Uña. Desde aquí mi profundo agradecimiento a fundación Caja Bajadoz y Fundación Juan Uña, en especial a su presidenta y su equipo por la inmensa tarea que vienen realizando. Y mi apoyo incondicional a este importante proyecto para repensar la educación.

Hoy celebramos la primera charla dentro del programa La Educación a debate 🎙️ junto a la Fundación Juan Uña.
Pedro Navareño es el protagonista de este primer encuentro en el que hará un recorrido a través de su libro 📙“De la escuela que venimos a la que soñamos”.

La Educación a Debate nace con un propósito claro: abrir un espacio riguroso, sereno y participativo para pensar la educación del presente y del futuro. Un foro donde escuchar a quienes tienen algo valioso que aportar:
👩‍🏫 docentes en el día a día del aula
🏫 equipos directivos
🧭 inspección educativa
🎓 alumnado
🏛️ responsables de la Administración y de la política educativa
📚 voces expertas de reconocido prestigio

No buscamos sumar otro programa de opinión más.

✅ Queremos pluralidad de miradas
✅ Queremos experiencias reales, no discursos vacíos
✅ Queremos análisis… pero también propuestas

Porque creemos en una reflexión colectiva que nos permita comprender mejor dónde estamos, qué funciona, qué no… y qué podemos hacer para mejorar.

Para iniciar este camino, hemos dedicado los dos primeros capítulos a situar el marco del debate, inspirándonos en dos obras de referencia:
📖 Alto y Claro, de Nélida Zaitegui
📖 De la escuela que venimos a la escuela que soñamos, de Pedro Navareño

PEDRO NAVAREÑO PINADERO.

10 DE NOVIEMBRE 19:30

FUNDACIÓN CB. C/MONTESINOS 22

A partir de ahí, cada edición profundizará en una temática clave para el ecosistema educativo actual.

Un proyecto independiente, con preproducción y guionización de la Fundación Juan Uña, que nace con voluntad de sumar, escuchar y construir.

Soñar la escuela que necesitamos. GLOW2025

 


Continuamos descubriendo a los ponentes de la GLOW!!! Evento Online - 19 y 20 de noviembre.

- 11 a 11.50 AM (GMT -3) : Soñar la escuela que necesitamos.
Pedro Navareño Pinadero
En un tiempo marcado por la incertidumbre, la complejidad y la transformación constante, resulta imprescindible repensar la escuela desde su sentido más profundo: ser una comunidad que aprende, que se cuida y que se transforma para cuidar el mundo. La conferencia “Soñar la escuela que necesitamos” propone una reflexión fundamentada y práctica sobre los pilares que deben orientar la construcción de una escuela capaz de aprender de su propia experiencia, generar conocimiento pedagógico y ofrecer respuestas pertinentes a los desafíos de la sociedad global.
REGÍSTRATE EN:

domingo, 9 de noviembre de 2025

Conversatorio con docentes peruanos: curso de Profesionalización Docente del Programa Educativo de Educación Primaria


Ayer día 8 de noviembre, tuve el placer de compartir con los docentes peruanos que realizan el curso de profesionalización docente del Programa de Educación Primaria. Desde aquí quiero agradecer a mi amiga y gran educadora Sofía Meza Durán por su invitación, su amistad y su colaboración constante para mejorar la formación de los docentes de su país. 

Esta intervención, como las que vengo desarrollando a lo largo del tiempo, son fruto de mi deseo de compartir y poner en práctica mi vocación de voluntariado educativo. Pues nada es más gratificante que ofrecer apoyo a los docentes que desean seguir mejorando. Además, también a todos ellos les agradezco su atención y participación en el debate.

En esta ocasión les quiero dejar algunos comentarios de los participantes en relación con la sesión como muestra de lo hablado y reflexionado: 

YARITZA ARIZA CUEVAS se expresaba así: 

Estimado Dr.Pedro Navareño, gracias por guiarnos con profesionalismo, por motivarnos a seguir aprendiendo y por demostrarnos que la educación es un proceso continuo de crecimiento y transformación. Cada una de sus enseñanzas deja una huella significativa que fortalecerá nuestra labor educativa, desde mi punto de vista puedo mencionar lo siguiente:
La escuela que soñamos es un espacio donde todos los niños y niñas aprenden con alegría, curiosidad y sentido. Es una escuela inclusiva, donde se valora la diversidad y se respeta el ritmo de aprendizaje de cada estudiante. Soñamos con aulas que fomenten la creatividad, el pensamiento crítico y la colaboración, donde los docentes sean guías que inspiran, acompañan y motivan.

Queremos una escuela abierta a la comunidad, conectada con la vida y con el entorno, que forme ciudadanos responsables, solidarios y comprometidos con un mundo mejor. Una escuela donde la tecnología sea una aliada del aprendizaje, donde se enseñe con el corazón y se aprenda con entusiasmo.

Muchas gracias Yaritza.


JESUS TARAZONA CESPEDES8 de noviembre de 2025, 16:43

Muchas gracias doctor Pedro Navareño por el aporte tan significativo a la educación peruana a la vez hago legar algunos comentarios Clave 1: La escuela como espacio para el cuidado, el bienestar de las personas y la convivencia positiva.
En la escuela se prioriza el cuidado y el bienestar fomenta un ambiente seguro y afectivo para todos. Esto fortalece la convivencia positiva y el desarrollo integral de estudiantes y docentes de manera armónica.
Clave 2. Formación del profesional docente colaborativo para la creación de comunidades de aprendizaje.
La formación encaja en el amor y pasión de docentes colaborativos impulsa la creación de comunidades de aprendizaje sólidas y enriquecedoras. Esto favorece el intercambio de experiencias y la mejora continua de la práctica educativa sin practicar el egoísmo si sabes comparte y difunde.
Clave 3: La escuela como una organización que aprende y genera las respuestas que necesita desde dentro.
Una escuela que aprende desde (dentro) se adapta de manera autónoma a los desafíos educativos y transforma continuamente al reflexionar sobre sus propias prácticas y necesidades. . Esto fortalece la innovación y la capacidad de generar soluciones efectivas según sus propias necesidades y que fortalezca su autonomía de cada individuo.
Clave 4: Liderazgo pedagógico distribuido y vertebrador de la comunidad educativa.
El liderazgo pedagógico distribuido impulsa la participación activa de todos(as) los miembros de la comunidad educativa. Favorece la colaboración y el compromiso compartido para alcanzar metas comunes de mejora escolar. Siendo la columna vertebral y transformacional.
Clave 5: Un currículum basado en la irrenunciabilidad a la esperanza y el logro de un perfil de salida para la ciudadanía global crítica, que prepara para afrontar los desafíos locales y globales.
Un currículo orientado a la esperanza y a la ciudadanía global forma estudiantes críticos y comprometidos con su entorno. Esto les permite enfrentar desafíos locales y globales con responsabilidad y creatividad que integran valores, competencias y conciencia social en su desarrollo integral de cada individuo.
Clave 6: Evaluación formativa y auténtica como base del aprender a aprender.
La evaluación formativa y auténtica permite al estudiante identificar sus fortalezas y áreas de mejora en tiempo real, promoviendo la autonomía y el aprendizaje continuo. Además, fomenta la reflexión crítica sobre el propio proceso de aprendizaje, no solo sobre los resultados.
Clave 7: Escuela abierta a redes y con integración de las tecnologías (IA) al servicio del bien común.
Una escuela conectada a redes y con integración de tecnologías como la IA amplía las oportunidades de aprendizaje colaborativo y personalizado. Al orientarse al bien común, estas herramientas potencian la inclusión y el desarrollo social responsable.
Clave 8: Desarrollo de ciclos de aprendizaje experiencial para la innovación sostenible y mejora continua de la escuela.
Los ciclos de aprendizaje experiencial fomentan la experimentación y la reflexión constante, impulsando la innovación educativa. Esto permite a la escuela adaptarse y mejorar de manera sostenible, respondiendo a las necesidades de su comunidad.
Clave 9: Supervisión escolar como asesoramiento y acompañamiento pedagógico a las instituciones educativas.
La supervisión escolar centrada en el acompañamiento pedagógico fortalece la práctica docente y el aprendizaje institucional. Esto transforma la supervisión en un apoyo constante, promoviendo la mejora continua de la educación y buscando desafíos que compromete al estudiante a fortalecer su capacidad.
Clave 10: Escuela para el bien común, los derechos humanos, la dignidad de la persona, la justicia social y el logro de la ciudadanía democrática
Una escuela orientada al bien común y a los derechos humanos forma ciudadanos conscientes y responsables. Promueve la justicia social y la dignidad de cada persona, consolidando una educación democrática e inclusiva.

Muchas gracias Jesús.


Elizabeth Trujillo 8 de noviembre de 2025, 15:22

Al leer “Las diez claves para una educación de calidad frente a los desafíos actuales” de Pedro Navareño Piñadero, me sentí profundamente identificada con su mensaje. Estas claves me invitan a reflexionar sobre mi práctica docente y sobre la escuela que realmente quiero construir junto a mis estudiantes.

Deseo una escuela donde cada niño y niña se sienta valorado, escuchado y acompañado, no solo en lo académico, sino también en su desarrollo personal y emocional. Una escuela que enseñe con afecto, que promueva la inclusión, el respeto y la convivencia, y que forme ciudadanos críticos, solidarios y responsables.

Me parece muy importante la idea de fortalecer la alianza entre familia y escuela, porque cuando los padres participan, los estudiantes se sienten más motivados y apoyados. También valoro la necesidad de innovar y seguir aprendiendo como docente, adaptándome a los cambios y buscando siempre nuevas estrategias para lograr aprendizajes significativos.

Creo firmemente que la escuela que quiero no se construye sola, sino con el compromiso de todos: docentes, estudiantes, familias y comunidad. Yo quiero ser parte de esa transformación, aportando desde mi aula con entusiasmo, reflexión y amor por la educación.

Muchas gracias Elizabeth.


Gudelia Gregorio Ramos.

Dr. Pedro Navareño, felicitarlo por el trabajo que hace en bien de la mejora de la educación en el mundo, el libro plantea una reflexión profunda sobre la escuela actual (“de dónde venimos”) y sobre la escuela que queremos (“la que soñamos”). Las diez “claves” que ofrece nos orientan hacia una transformación educativa más humana, democrática, inclusiva y centrada en las personas.
Clave 1: Poner énfasis en el bienestar es clave. La escuela no solo debe formar académicamente, sino también cuidar emocional, social y éticamente a los estudiantes y al personal, esta clave es fundamental porque permite el desarrollo integral del estudiante, permitiendo una mejora notoria en sus aprendizajes.
Clave 2: Insiste en la colaboración entre docentes, comunidades profesionales de aprendizaje — un modelo eficaz para innovación y mejora continua. Esta segunda clave es fundamental porque permite interactuar entre docentes de diversos contextos y poder compartir algunas estrategias que funcionan en la enseñanza de los estudiantes, esto fortalece las competencias de los docentes.
Cada una de las claves presentadas en el libro son de suma importancia porque están entrelazadas unos al otro, lograr desarrollar todas las claves será un gran reto para todas las comunidades educativas en el mundo y específicamente en el Perú, tomando en cuenta que la principal clave es priorizar el bienestar emocional de los estudiantes.

Muchas gracias.

Elizabeth Liliana Salvador Rojas.

Muy agradecida por la conferencia que realizo, nosotros como docentes debemos de poner en práctica el valioso el aporte del doctor Pedro Navareño, representa una profunda invitación a repensar la escuela peruana como un espacio vivo, humano y transformador.

Clave 1: La escuela como espacio de cuidado y bienestar

Esta clave coloca al ser humano en el centro del proceso educativo. Reconocer el cuidado y el bienestar como condiciones esenciales para el aprendizaje significa construir escuelas seguras, empáticas y emocionalmente saludables, donde el respeto, la inclusión y la convivencia positiva son prácticas cotidianas.

Clave 2: Formación docente colaborativa y comunidades de aprendizaje

Aquí se destaca la importancia del trabajo en equipo docente, del compartir experiencias, saberes y emociones para crecer juntos. Un docente colaborativo es un agente de cambio que enseña con el ejemplo, generando una cultura profesional basada en el apoyo mutuo y la mejora continua.

Clave 3: Escuela que aprende desde dentro

El mensaje central es la autonomía institucional. Una escuela que reflexiona sobre su práctica y aprende de sus propios procesos se convierte en una organización que evoluciona, innova y responde desde su propia realidad, fortaleciendo su identidad y sostenibilidad educativa.

Clave 4: Liderazgo pedagógico distribuido

El liderazgo ya no se concentra en una sola persona, sino que se comparte. Cada miembro de la comunidad educativa asume responsabilidad y compromiso con la mejora. Este liderazgo vertebra la vida escolar, impulsa la participación y genera una cultura de corresponsabilidad en la gestión pedagógica.

Clave 5: Currículo con esperanza y ciudadanía global

Esta clave invita a educar para la vida, con una mirada crítica y solidaria. El currículo debe formar ciudadanos con conciencia local y global, capaces de actuar con ética, empatía y compromiso social, transformando la realidad desde el pensamiento y la acción.

Clave 6: Evaluación formativa y auténtica

Evaluar no es calificar, sino acompañar el aprendizaje. Una evaluación auténtica brinda oportunidades para reflexionar, corregir y crecer. Promueve la autonomía del estudiante, reconociendo sus avances, valorando su esfuerzo y orientando su desarrollo integral.

Clave 7: Escuela abierta e innovadora con integración tecnológica

La apertura a redes y tecnologías, especialmente a la inteligencia artificial, amplía los horizontes del aprendizaje. Sin embargo, el desafío es usarlas al servicio del bien común, garantizando una educación ética, inclusiva y centrada en las necesidades humanas.

Clave 8: Ciclos de aprendizaje experiencial e innovación sostenible

Aprender haciendo y reflexionando se convierte en la base de la innovación educativa. Este enfoque impulsa la mejora continua, permitiendo a la escuela reinventarse constantemente, adaptándose a los cambios y fortaleciendo su cultura institucional.

Clave 9: Supervisión escolar como acompañamiento pedagógico

La supervisión deja de ser un control para convertirse en una acción de acompañamiento, asesoramiento y orientación. Su enfoque humanizado promueve la formación docente, la reflexión crítica y el compromiso con la mejora pedagógica en cada institución educativa.

Clave 10: Escuela para el bien común y la ciudadanía democrática

Finalmente, la educación se reafirma como un derecho humano y un instrumento de transformación social. Una escuela comprometida con la justicia, la dignidad y la democracia contribuye a la construcción de un país más equitativo, solidario y humano.

Muchas gracias.

Invitación a la presentación del libro en la Fundación Caja Badajoz. Arranca “La Educación a Debate”


 Fátima Murciano Rubia ·

🎙️ Arranca “La Educación a Debate”

Un proyecto impulsado por la Fundación Juan Uña en colaboración con Fundación CB.

La Educación a Debate nace con un propósito claro: abrir un espacio riguroso, sereno y participativo para pensar la educación del presente y del futuro. Un foro donde escuchar a quienes tienen algo valioso que aportar:

👩‍🏫 docentes en el día a día del aula

🏫 equipos directivos

🧭 inspección educativa

🎓 alumnado

🏛️ responsables de la Administración y de la política educativa

📚 voces expertas de reconocido prestigio

No buscamos sumar otro programa de opinión más.

✅ Queremos pluralidad de miradas

✅ Queremos experiencias reales, no discursos vacíos

✅ Queremos análisis… pero también propuestas

Porque creemos en una reflexión colectiva que nos permita comprender mejor dónde estamos, qué funciona, qué no… y qué podemos hacer para mejorar.

Para iniciar este camino, hemos dedicado los dos primeros capítulos a situar el marco del debate, inspirándonos en dos obras de referencia:

📖 Alto y Claro, de Nélida Zaitegui

📖 De la escuela que venimos a la escuela que soñamos, de Pedro Navareño

A partir de ahí, cada edición profundizará en una temática clave para el ecosistema educativo actual.

Un proyecto independiente, con preproducción y guionización de la Fundación Juan Uña, que nace con voluntad de sumar, escuchar y construir. 

Pedro Navareño es maestro, licenciado en Geografía e Historia y Ciencias de la Educación, Máster en Evaluación de centros educativos y Programas Educativos   por la Universidad de Deusto, orientador, formador, investigador y, durante 15 años inspector de educación y dedicado actualmente a las tareas de voluntariado educativo. También ha colaborado en el máster de profesorado de E. secundaria en la Universidad Autónoma de Madrid y Salamanca, y en el de dirección e inspección de la Universidad de Valladolid. Por tanto, una vida dedicada a comprender y mejorar la escuela desde muchos ángulos.

Ha sido además una figura muy vinculada al pensamiento educativo, tanto en Extremadura como a nivel nacional e internacional, a través del Forum Europeo de Administradores de la Educación (expresidente de Extremadura y del FEAE estatal) y colaborando con el Instituto Escalae, para la Calidad de la Enseñanza - Aprendizaje de Barcelona, tanto en España como en América Latina.

Pero más allá de los cargos, Pedro representa algo muy coherente con el alma de La Educación a Debate: la mirada del maestro que nunca deja de aprender.

#TercerSector #fundaciones #educación #laeducacionadebate

Desde aquí nuestro agradecimiento a Fundación Caja Badajoz y a Fundación Juan Uña, por promover este proyecto y a su presidenta Fátima Murciano que con todo su equipo viene relizando un esfuerzo y trabajo digno de todo reconocimiento.

jueves, 30 de octubre de 2025

Invitación a un encuentro para soñar la escuela que necesitamos.


Soñar la escuela que necesitamos

Detrás de cada aula hay una historia de esperanza, esfuerzo y amor por enseñar.
Este libro es una invitación a mirar con calma el camino recorrido y a imaginar juntos la escuela que aún podemos construir.

Te invito a compartir un encuentro lleno de emoción, reflexión y diálogo educativo en torno a “De la escuela que venimos a la que soñamos. El crisol de las emociones de un aprendiz de maestro.”

Una oportunidad para reencontrarnos con lo esencial: educar desde el corazón y con sentido

En esta ocasión será un evento que celebramos en Cáceres, gracias a los responsables del Ateneo que nos acoge en su casa.

domingo, 26 de octubre de 2025

El sueño de aprender. Por Juan Ángel Canal. Socio de F.E.A.E. Castilla y León. Revista Dyle del FEAE.

Editorial Letra Minúscula, Barcelona, 2025; parte I, 241 pp., parte II, 453 pp. (I.S.B.N.: 978-84-1090-2025 y 978-84-1090-234-3, respectivamente.)

En su sentido primigenio, artes son, como las “technai” griegas, aquellas habilidades que alguien desarrolla para hacer algo -sea amasar y elaborar pan, moldear vasijas en un alfar, esculpir un dosel con columnas salomónicas para un retablo o, digamos, pintar un retrato personal-; se trata, en definitiva, de una forma de acción útil basada en cierto conocimiento, no meramente teórico, adquirido en contacto empírico con la materia que transforma. Soy de la opinión que la educación es una actividad humana que, como cabe decir igualmente de la medicina en cuanto tratamiento de la salud personal, cae en muy gran medida en el ámbito semántico de las artes, a pesar de la ya vieja pretensión de trazarle sendas científicas (que, más bien, parece que habría de encaminar a cierta investigación histórico-estadística acerca de los modos de enseñar). Arte y oficio, dicho sea sin complejos, es el del docente, maestro, profesor o como quiera denominarse, a saber: aquella persona que, como cualquiera que esculpe, sabe proyectar una forma -su idea, o sea, el conocimiento científico y cívico que debe inculcar- sobre la materia en que va a trabajar, distinguiendo el barro del granito, del alabastro o de la madera.

Viene esto a cuento del desasosiego que solemos experimentar cuando un artesano de la enseñanza llega a su jubilación y deja su taller y, con él, la sensación de quienes han recibido los frutos de su trabajo -lo mismo que ocurre con la retirada de su zapatero, su dentista, su modista o su desfacedor de entuertos domésticos…- de que se lleva consigo algo irrepetible, su experiencia, su savoir faire, que en el caso de la educación va necesariamente unida a una particular perspicacia, fruto de la sensibilidad y de la filantropía, para captar minuto a minuto el estado de la particular materia cincelable, sea alabastro o diamante, y así sacar el máximo partido de ella, es decir, su alumnado. Quien tiene el arte de educar nos parece, y probablemente así es, irreemplazable, por mucho que nos digamos la obviedad de que nadie es insustituible.

¿Hay algún remedio para ese vacío? Por motivos que nunca acabo de entender, en las artes docentes se elude la praxis de otras artes y oficios, o sea, la lenta y prolongada tutela del maestro de taller a su aprendiz, del artista al discípulo que con él paulatinamente se forma: en la enseñanza, ámbito en que proliferan inacabablemente las reuniones y sesiones de puesta en común, eso apenas existe, prefiriéndose al ejemplo vivo del magister en el aula y en su salsa pedagógica la proliferación de tratados, prontuarios y recetas de toda laya que no evitan al principiante el vértigo de actuar por vez primera y sin coraza.

Tal vez por todo lo dicho y porque la enseñanza es un oficio destinado a muchos en las aulas pero protagonizado de manera solitaria o individual por quien lo ejerce, esa transmisión de la experiencia o bien se va diluyendo, por cálido que sea éste, en el recuerdo de sus antiguos alumnos, o bien se intenta recuperar desde dos puntos de vista independientes: el de colegas que valoran su huella magistral -mediante los que se conocen como libri amicorum– o, más subjetivamente, el del propio cesante -en forma de memorias personales o autobiografías profesionales-.

Lo difícil, por más que se comprenda que no se tiren piedras contra ese tejado, es eludir, en una u otra alternativa, ora el tono lisonjero, ora el autocomplaciente. Y eso, sortear el temible y tedioso autobombo, es lo que creemos que se ha logrado en esta obra de Pedro Navareño, cuyo subtítulo, “crisol de las emociones de un aprendiz de maestro”, brinda dos apuntes, crisol y aprendiz, decisivos para entender su aportación, que me permitiré desgranar en orden inverso; vayamos a ellos.

El segundo debe, a mi juicio, interpretarse literalmente o, mejor dicho, sin presuponerle falsa modestia: todo maestro que se precie ha de ser, vocacional y realmente, es decir, no meramente de boquilla, alguien dispuesto y entregado a aprender en todo momento y sin nunca acabar de los factores de su arte, empezando por el alumnado y continuando por la valoración crítica de su propia práctica para, de ese modo, ser capaz de aquilatar cuanto contribuya a hacerle mejor de cara a ese horizonte de la siempre inalcanzable perfección pedagógica; en tal sentido, la historia profesional de Navareño es una constante conciencia de las propias carencias y la consiguiente búsqueda de cauces para mitigarlas o superarlas. La ironía de Sócrates, saber que no se sabe, primera condición para superar semejante inopia, es, como la docta ignorancia de Nicolás de Cusa, el requisito básico de todo docente, salvo del impostor que pretende revestir de omnisciencia su párvulo conocimiento de lo que sus discentes desconocen al principio pero muy pronto dominarán tanto o casi tan bien como él mismo.

El primer apunte es, digamos, más metafórico, pero no menos representativo del tono general del libro, que, según su autor, ha pretendido concentrar en un recipiente apropiado, a modo de crisol, todo el bagaje de esa trayectoria de aprendiz que prueba, yerra y reemprende el camino, siempre guiado por esa emoción, que los docentes suelen relatar y referir como incomparable y muy hermosa, de quien ve paulatinamente proyectada en el espíritu y el carácter de sus alumnos la forma que él ha pretendido infundir en ellos. Así pues, si quien no duda no puede aprender -ni, mucho menos, enseñar-, quien no vibra es casi imposible que pueda modelar la personalidad intelectual y moral de aquéllos que han sido puestos en sus manos de “pedagogo”, o sea, del que lleva de la mano a los niños… o alumnos en general. Porque enseñar no es meramente proceder a una transfusión de saberes, sino hacer avanzar en el saber y el sentir al discente por quien se esfuerza y dentro de lo posible logra ponerse en su lugar, o sea, por el docente.

Ya hemos dicho que, a pesar de ser rica y larga su trayectoria en distintos escalones y obligaciones del sistema educativo, el propósito de Navareño es contenido en el tono y el estilo memorialístico y, dentro de lo posible, rehúye una recapitulación de la propia trayectoria o el puro relato de sus andanzas como maestro, orientador, asesor, inspector o nuevamente profesor a pie de aula, guiándose más bien por el afán que late en el título de su obra: reconociendo que nuestro sistema de enseñanza es, y en puridad debe seguir siendo siempre, mejorable en numerosos aspectos, lo que ofrece, antes que recetas, son percepciones habidas en su propia experiencia a modo de señalamientos críticos (lo que equivale a decir, análisis y revisiones del mundo escolar de los que se desprendan miras constructivas para, incorporándolas a las de cada cual, afrontar la tarea de introducir cambios progresivos y, sobre todo, de progreso). Esto último, el potencial transformador y comprometido de la educación que cada enseñante ha de desarrollar, se destila de una de esas emociones del aprendiz de maestro, acaso la más determinante, cual es la sensibilidad hacia el “material humano escolar” y su situación desde el punto de vista de la equidad y la justicia, que son condiciones necesarias del educar y que deberían inspirar cualesquiera reflexiones y acciones sobre métodos, programas y valoraciones.

La idea de itinerario, sugerentemente expresada en el título, De la escuela que venimos a la escuela que soñamos, se proyecta sobre esta obra que, publicada en dos partes o tomos por la mejor manejabilidad de este formato, viene a ocuparse en la primera del antecedente del par, es decir, de la génesis de la escuela actual y del estado presente de la misma (el de dónde venimos), para volcarse en la segunda parte o tomo, mucho más extensa y profundamente elaborado, de la prospectiva de la institución escolar y su funcionamiento (el adónde: el horizonte que se sueña). Pero, independientemente de esa presentación impresa en doble volumen, este libro extenso y minucioso en su recorrido por los tópicos que va abordando, se articula en apenas tres capítulos obtenidos del metafórico crisol antedicho:

I. ¿De dónde venimos? El origen de la escuela que tenemos.

II. ¿Dónde estamos? La escuela que tenemos en el primer cuarto del siglo XXI.

III. ¿Hacia dónde vamos? La escuela que soñamos y necesitamos.

Haremos gracia aquí, como es natural, de describir, ni siquiera a modo de epítome, todos los hitos que van jalonando el itinerario de que hablábamos; nos limitaremos, pues, a consignar nominalmente tan sólo algunos de especial relevancia. En el capítulo I, recuperando el papel transformador de los movimientos pedagógicos que pusieron en cuestión las bases de la escuela tradicional, se examina la importancia que junto a ellos tuvieron cuantos pusieron la dignidad humana y los derechos básicos como mira primordial de la enseñanza.

Esa mirada, que podríamos denominar político-moral y que conecta con la invocación preferencial de la equidad y la justicia a que antes hacíamos mención, se posa igualmente en el capítulo II, que, sin eludir el vidrioso asunto del negocio que algunos persiguen hacer con la educación (y que tanto está condicionando y a menudo contaminando todos los escalones formativos, desde los párvulos de un año a los postgraduados universitarios), entra de lleno en los que seguramente sean tres pilares determinantes de la cuestión escolar: la evaluación educativa -de los alumnos, de los centros, del ejercicio docente y, finalmente, de los sistemas educativos mismos-, el papel del profesorado -desde la formación para acceder a su ejercicio, hasta su perfeccionamiento continuado a lo largo de la vida profesional en la práctica docente cotidiana-, y por último el decisivo asunto de la dirección escolar y las perspectivas y posibilidades de un verdadero liderazgo pedagógico.

Pero es en el capítulo III donde, recogiendo todo lo emanado del crisol de las emociones y vivencias como protagonista de cincuenta años de vida escolar, el autor se dispone a extraer conclusiones de esa experiencia vital y profesional y aborda de frente los puntos que considera claves para la construcción de la escuela soñada. Diez son esas claves que, dado lo elocuente de sus respectivos títulos para el lector de estas líneas, enumeraremos a continuación: 1) La escuela como espacio para el cuidado, el bienestar de las personas y la convivencia positiva; 2) Formación del profesional docente colaborativo para la creación de comunidades de aprendizaje; 3) La escuela como una organización que aprende y genera las respuestas desde su propio seno que necesita; 4) Liderazgo pedagógico distribuido y vertebrador de la comunidad educativa; 5) Un currículo basado en la irrenunciabilidad a la esperanza y el logro de un perfil de salida para la ciudadanía global crítica ante sus desafíos; 6) Evaluación formativa y auténtica como base del aprender a aprender; 7) Escuela abierta que integre las tecnologías (I.A.) al servicio del bien común; 8) Desarrollo de ciclos de aprendizaje experiencial para la innovación sostenible y la mejora continua de la escuela; 9) Supervisión escolar como asesoramiento y acompañamiento pedagógico a las instituciones educativas; y 10) Escuela para el bien común, los derechos humanos, la dignidad de la persona, la justicia social y el logro de la ciudadanía democrática.

Hemos insistido hasta aquí en que el principio conductor de este libro es la convicción de que la experiencia propia, debidamente depurada y desde luego clasificada sin la menor autocomplacencia, entraña un valor excepcional, el mismo que comenzábamos atribuyendo a la transmisión de las artes, entre las que contamos la de enseñar. Sin embargo, toda esa panoplia de sugerencias y propuestas, concebidas no sólo para la enseñanza española sino con pretensión internacional -particularmente en Suramérica, donde el autor viene manteniendo frecuentes contactos y asesoramientos con centros, equipos y administraciones regionales públicos y privados-, correría el riesgo de ser mero alarde autobiográfico si no contase, como sí ocurre en este caso, con el respaldo de una constante investigación al hilo de esa práctica propia, estudio de la literatura pedagógica, psicológica y organizacional que se aporta con un rico aparato de citas y fuentes en las que el potencial lector podrá profundizar.

He aquí, en fin, un libro que propone y permite soñar despierto en una educación diferente: lejos del espíritu onírico de quien despega los pies del suelo mientras fantasea ilusamente, Pedro Navareño pone ante nosotros una reflexión que no desdeña el valor de la utopía a partir de la realidad vivida y no de la irrealidad fingida.

Desde aquí quiero expresar mi más progundo agradecimiento a Juan Angel Canal, el escribir la reseña.

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