Próxima sesión de la CPAI y FELIZ AÑO 2024.

Hoy, cuando se acerca nuestro próximo encuentro que será el día 11 de enero, a las 22 h. de Madrid, deseo compartirles una breve reflexión en torno a los buenos deseos y la felicidad que todos nos dedicamos y deseamos en estas fechas por estos medios.

En el mundo clásico, especialmente en la filosofía griega, la felicidad se entendía como la culminación de una vida virtuosa y plena. Pero la virtud debe centrarse en “ser virtuosos” más que en hablar de lo que “debemos ser”, es decir, nos exige llevar una vida realmente ejemplar, en la que pongamos en práctica principios éticos y valores positivos, que en el caso de los que dedicamos nuestra vida a educar personas exige además una manera de ser y comportarse excepcional por su valor infinito y el efecto exponencial que surte en aquellos a los que tratamos de educar, y, en consecuencia, impacta en la mejora de la sociedad. 

Filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles abordaron este concepto de diferentes maneras:

1. Sócrates: Enseñaba que la felicidad se alcanzaba a través del autoconocimiento y la práctica de la virtud. Conocerse a uno mismo, entender las propias limitaciones y actuar en consecuencia eran fundamentales para la felicidad.

2. Platón: Consideraba que la felicidad estaba ligada a la búsqueda de la verdad y la justicia. Creía en la existencia de un mundo de ideas perfectas, y encontrar la armonía entre el alma, la razón y los deseos era esencial para alcanzar la felicidad.

3. Aristóteles: Desarrolló la noción de eudaimonia, que se traduce a menudo como "felicidad" pero abarca un significado más amplio de realización plena. Para él, la felicidad se encontraba en la práctica de la virtud, el cultivo de la sabiduría y el desarrollo de las capacidades humanas. Consideraba que la felicidad era el fin último y el propósito de la vida humana.

En resumen, en el mundo clásico, la felicidad se concebía como un estado alcanzable a través de la práctica de la virtud, el autoconocimiento, la búsqueda de la verdad y la realización de las capacidades humanas, en armonía con uno mismo y con la sociedad.

En nuestros días y en este mundo convulso y globalizado, creo que podríamos compartir la opinión de que los educadores podríamos considerar la felicidad como el compromiso y la disposición a mejorar la vida de los demás a través de la educación, es decir contribuir de manera positiva al bien común de la sociedad. Pues me hace realmente feliz el sentirme útil y tener un impacto positivo y beneficioso en el bienestar de los demás.

He creado un canal de Telegram para que todo el que lo desee pueda unirse con el fin de que podamos comunicarnos de manera más rápida y ágil. También servirá para intercambiar materiales y documentación que se considere útil e importante para todos nosotros. Este es el link: https://t.me/ComunidadprofesionalAI

Para cualquier inquietud quedo a vuestra disposición.

Les deseo toda la felicidad y el bienestar que nuestra labor merece.

El link para la próxima sesión es: https://meet.google.com/apr-smpp-iri

Saludos cordiales y nos vemos el día 11.

Extremadura, Cáceres 4 de enero 2024.