Afrontar la función docente como una tarea colectiva no es una opción, sino una obligación de moral y ética profesional, para ofrecer al alumnado una formación coherente y cohesionada que les permita construir proyectos de vida dignos de ser vividos.
El trabajo docente aislado hace mucho dejó de tener sentido y debe ser transformado en una tarea colegiada y alineada que busque el logro del perfil de salida o de egreso de cada estudiante, el cual debe ser el norte de todas nuestras acciones y proyectos escolares, superando la división convencional de asignaturas como compartimentos estancos.
En esa línea venimos trabajando y por ello os dejo estas reflexiones como una forma de poder dar coherencia y alinear las prácticas docentes.
Si deseas conocer más en profundidad el proyecto que vengo desarrollando para la puesta en práctica de este ciclo, estoy a disposición de cualquier institución educativa para ofrecerle una presentación completa del proyecto, sin ningún compromiso y, naturalmente, gratis. Y, si luego, interesa igualmente hago el acompañamiento sin ningún coste.
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