Revista TELOS 114
Gran parte de la educación transcurre hoy al margen de la escuela, muy lejos de lo que se tiene por un espacio hostil, castrador y tedioso. Las redes, Internet, han potenciado ese divorcio.
Hace más de 120 años un puñado de pedagogos visionarios abogaron por un tipo de educación en la que predominaran cuatro ideas fundamentales: la de despertar la curiosidad de quien tiene algo que aprender, acercándolo inicialmente a sus intereses más cercanos para que, desde ese terreno conocido, aumentar el horizonte de sus expectativas y de su desarrollo, y utilizar el juego como la manera más afín y apropiada de involucrarlo, porque como sostenía Cossío, “la escuela no es trabajo, sino juego”2;