Entrevista a Sebastián Lipina
Más de la mitad de la población mundial es pobre: un problema notorio y prevalente en la humanidad pero evitable. ¿Por qué extinguir la pobreza no es prioridad? Desde la niñez diversos factores inciden en el desarrollo potencial del órgano clave en el organismo humano: el cerebro. “En los últimos cinco años los estudios de la neurociencia y la psicología del desarrollo vinculados a la pobreza se actualizaron. Las primeras pruebas empíricas, con información de nivel neural, vinculadas al sistema nervioso, surgen desde 2003. En 17 años se ampliaron mucho los estudios y la evidencia”, explica el psicólogo Sebastián Lipina que indaga el tema en su libro Pobre cerebro. Lo que la neurociencia nos propone pensar y hacer acerca de los efectos de la pobreza sobre el desarrollo cognitivo y emocional (Siglo XXI/ampliado y actualizado). “Como fruto de ese trabajo y de esfuerzos semejantes de otros investigadores, lanzaremos en un mes la primera red virtual internacional de investigadores en neurociencia y pobreza, de la que estaremos a cargo con la doctora Martha Farah: un sitio web con publicaciones, contactos para consultar a los investigadores del mundo que trabajan en esa área y ponen su trabajo a disposición del planeta, gratis”, explica el autor en videollamada con Ñ.
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