Para educar a nuestros alumnos, o conducirnos educadamente por la vida, debemos actualizar nuestros conocimientos y pensamientos. En consecuencia, también debemos modificar nuestras actitudes y prácticas sociales de acuerdo a cada circunstancia.
Ahora os traigo a la memoria, palabras pronunciadas ya hace más de una década, pero que parecen recien escritas si pensamos en su vigencia. Son de otro de mis maestros, KRISHNAMURTI, el cual desgrana en este texto algo realmente hermoso, y que sólo a título de muestra os reproduzco a continuación:
A través del mundo está tornándose cada vez más evidente que el educador necesita que se lo eduque. No es cuestión de educar al niño sino más bien al educador, pues él lo necesita mucho más que el alumno. El alumno, después de todo, es como una tierna planta que ha menester de guía, de ayuda; pero si el que brinda ayuda es incapaz, estrecho, fanático, nacionalista y otras cosas más, es natural que su producto sea lo que él es. Paréceme, pues, que lo importante no es tanto la técnica de lo que se ha de enseñar, que es secundaria, lo que tiene primordial importancia es la inteligencia del propio educador.
Si deseas ver el texto completo aquí lo tienes